Hace unas semanas, mi querida amiga Marlene Dorfeuille, del Chapter Iberia me animó a
contar la historia de cómo llegué a formar parte del primer Club Constructor de Paz
Certificado por RAGFP Chapter Iberia en el Distrito 2202.
Esta tarea no ha sido fácil, ya que en estos tiempos de constante evolución, a menudo
resulta difícil mirar atrás, pero la inmediatez no debería impedirnos ver el origen de las
cosas.
Mi historia arranca en la década de los ochenta.
Siendo un jovencísimo estudiante de
instituto con el deseo de cambiar el mundo y la defensa del medio ambiente se convirtió en
una de mis luchas principales.
Eventos cercanos y significativos, como el grave accidente nuclear de Vandellós I y los
atentados terroristas en las instalaciones petroquímicas de Tarragona (ambos a menos de
15 km de mi casa), intensificaron aún más ese deseo.
Durante esos años de instituto, fui líder estudiantil y activista medioambiental y aunque en
ese momento ni siquiera sabía qué era Rotary, la filosofía de "El dar de sí antes de pensar
en si" ya estaba arraigada en mí.
Con el tiempo, comprendí que no todo es blanco o negro, ni bueno ni malo, y que las
acciones precipitadas a menudo generan reacciones igualmente precipitadas.
Así, mis
enfoques se fueron moderando, y la discreción, la diplomacia, la negociación y el
equilibrio demostraron ser más efectivos para lograr mejores resultados.
Transité por múltiples organizaciones, hasta que Rotary se cruzó en mi camino. A través de
Rotary, descubrí el potencial que tenemos para cambiar el mundo y cómo pequeñas
acciones pueden transformarse en grandes proyectos que impactan la vida de miles de
personas.
Al conocer más a fondo Rotary, me di cuenta de que sus áreas de interés (salud, agua,
educación, desarrollo económico, etc.) están intrínsecamente ligadas a la Protección del
Medioambiente y la Paz.
Las sociedades que cuentan con estos elementos fundamentales
tienden a ser pacíficas y protectoras de su entorno.
He podido ver cómo los ideales de mi juventud pueden materializarse en proyectos que
cambian vidas.
Pequeñas acciones discretas, pero efectivas, se vuelven perdurables, lo que
en Rotary llamamos "sostenibles".
Gracias a las formaciones de Rotary y el IEP (Instituto para la Economía y la Paz), he tenido
la oportunidad de convertirme en Embajador de Paz, aprendiendo a diferenciar entre Paz
Positiva y Paz Negativa y conocer a fondo los 8 Pilares de la Paz Positiva.
He comprendido que allí donde el Medio Ambiente se debilita, también se debilita la
Paz, dando origen a conflictos y disputas.
Durante este tiempo, he descubierto no solo los clubes y distritos, sino también los Grupos
de Acción Rotaria.
Gracias a esto, me queda claro que el incremento de las armas no es la
solución, ni tampoco lo es manifestarse a favor o en contra de unos u otros.
La construcción de la Paz es un trabajo discreto, pero constante, que emana desde los
clubes hacia la sociedad.
No implica ir a combatir en ninguno de los numerosos conflictos
que existen actualmente en el mundo (muchos más de los que aparecen en televisión).
Nosotros no somos "Soldados del Amor" **, ni Cascos Azules.
Tan solo somos
voluntarios.
En el proceso de creación del club Constructor de Paz de Castelldefels Chapter Iberia, he
asistido a reuniones del Rotary Action Group For Peace (RAGFP) de varios chapters,
como el de Nigeria, Estados Unidos, Iberia y Reino Unido.
He sido testigo del trabajo
minucioso de personas maravillosas que dedican sus esfuerzos a ayudar a poblaciones
vulnerables, incluyendo migrantes y personas sin recursos.
He conocido a Rotarios que han
trabajado para la Corte Internacional de Derechos Humanos, creado grupos de ayuda para
refugiados o actuado como mediadores en comunidades indígenas de países remotos.
La creación de Paz es muy diversa. En mi distrito, hay personas maravillosas que han
impulsado programas de distribución de alimentos, becas de estudio para jóvenes de
familias vulnerables o la compra de equipos médicos para hospitales remotos, entre otras
iniciativas.
Todas estas acciones han contribuido a la paz, a la Paz Positiva, alineándose con uno de
los 8 Pilares de la Paz Positiva.
A veces pensamos que ser activistas de la Paz requiere salir a la calle para defender
posturas específicas, lo que nos obliga a posicionarnos. Pero la realidad es que podemos
ser Constructores de Paz sin necesidad de la confrontación entre unos y otros.
Como miembro del Primer Club Constructor de Paz Certificado por RAGPF en el
Distrito 2202, miembro del E-Club de Medioambiente y Embajador de la Paz del IEP, mi
deseo es que más socios de Rotary se unan a iniciativas como el RAGFP Chapter Iberia.
Juntos, podemos seguir construyendo la Paz Positiva en nuestros distritos y
sociedades.
Por Carles Rovira
Carles.Rovira@Rotary2202.org
Miembro de:
RAGFP Chapter Iberia,
E-Club de Medioambiente
Embajador de PAZ del IEP
**: Canción del Grupo Olé Olé, para los Soldados Españoles enviados a la Primera Guerra
del Golfo.